lunes, 3 de septiembre de 2012

1-.


Pasaron  los años .


Yo me encontraba buscando trabajo. Hacia un año que me había diplomado en empresariales y aún no encontraba trabajo en lo mío. Eran tiempos difíciles.
Tenía 23 años. Vivía en un pequeño piso no muy céntrico con lo necesario para vivir. Era un piso sencillo, tenía su dormitorio , cocina americana, salón y un pequeño cuarto de baño. Lo justo para vivir. Llevaba poco tiempo viviendo allí y se notaba porque las paredes estaban vacías y la casa aún no albergaba ningún recuerdo mío. Iba pagando las facturas y el alquiler con los ahorros de becas y trabajos eventuales de verano, además de alguna que otra ayuda paterna.
No se me hacía difícil pues todos los veranos cogía algún trabajo a sabiendas de que más tarde necesitaría dinero. Un verano estuve en un sitio de comida rápida en el que pagaban fatal, otro verano de dependiente en un súper mercado y así verano tras verano hasta que terminé la carrera.


En  ese momento mi vida estaba hueca. No tenía nada en lo que pensar, nada que ocupara mis días ni nada que me reconcomiera el alma, estaba vacío. Había pasado por varias relaciones, pero todas dejaban a su paso  ese vacío propio de aquellas relaciones que no marcan, que viven en el presente y no vuelven al futuro con recuerdos del pasado. Yo las llamaba relaciones a corto plazo, las llamaba así porque aunque duraran mucho ,cuando terminaban no quedaba ningún resquicio de ellas en mi cuerpo.
No obstante, aunque todas mis relaciones habían sido “a corto plazo” sabía que no toda mi vida iba a ser así. Que algún día encontraría a alguien que elevara mis días, que calentara mi corazón, que fuera mi vicio y que tras ella hubiera recuerdos con los que sonreír .O llorar.

1 comentario:

  1. Me enganché en el prólogo y aquí me has dejado con ganas de más y mucha intriga! No dejes de publicar porque ME ENCANTA! Deseando estoy leer más, así que no te hagas de rogar petarda (presión jajajajaja) un beso mú ggaande!

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